¿Qué puede hacer un geek carismático usuario-desarrollador de Mac amigo de diseñadores web desde una Startup 2.0 en San Francisco? Montar una apasionada comunidad alrededor de sí mismo, sus colegas y su empresa para revolucionar la forma de construir la web.
En Fundamentos Web 2006, Molly Holzschlag no logró explicar “el verdadero valor de los microformatos”. Poco rigor -¡¿cómo que la Web Semántica del W3C no funciona aun?!- y ni un ejemplo de los microformatos en acción, con lo que las preguntas siguen en el aire. En este post, me comprometo a explicarte qué son los microformatos, poner varios ejemplos reales y dar una visión crítica sobre ellos.
Let’s rock
Llevamos dos años de revival de la Burbuja de Internet. Vuelven los chicos malos y las estrellas de rock que despiertan la fascinación de la chavalería con su música pegadiza y actitud rebelde (siempre fue más fácil e inmediato entender de pop que de música clásica). Vuelven los conciertos, tours mundiales y los grandes éxitos del 2006 (en formato Keynote o S5).
Schwags y fiestas aparte, uno de los fenómenos más emblemáticos de esta Web 2.0 o “Web Rockera” es y serán los microformatos. El término fue acuñado por Tantek Çelik y Kevin Marks, ambos en el buscador de blogs Technorati en el ETech del 2004 para definir pequeños bloques estructurados de código XHTML introducidos en páginas web. Entonces, no eran conscientes de la que estaban armando.
Han pasado dos años desde aquella presentación, y estos pedacitos de código han cobrado tanto protagonismo que se ha creado una ruidosa comunidad alrededor de ellos que, aparte de vender camisetas, ignorantes algunos y poco rigurosa, confunde los microformatos o la “web semántica en minúsculas”, de los diseñadores como una alternativa a la Web Semántica del W3C (la de los “fríos ingenieros”). No hay oposición. Al contrario. Tras ser invitado, la presentación sobre microformatos de Tantek Çelik, fue elegida la mejor presentación de la Sesión Técnica Plenaria del W3C del 2006. Un gran apoyo, viniendo de la reunión del consorcio en Pleno.
Construir el buscador desde “el otro lado”
Mientras, Google y otros buscadores, desarrollan y mejoran sus servicios de búsqueda desde el lado de máquinas y algoritmos, Technorati no se puede permitir este lujo por dos motivos: económicos -no deja de ser una Startup con recursos limitados- y el tipo de contenido que indexa no son documentos muchos de ellos muertos, sino contenidos vivos y en constante actualización provenientes de los blogs. Indexa conversaciones.
La idea de Çelik y Marks era, como todo proyecto Web 2.0 que se precie, atacar el Long Tail y mejorar Technorati desde fuera: que sean los propios creadores de contenidos (bloggers) quienes hacen parte del trabajo. Para motivarles, Technorati les dice:
“te propongo un pacto: yo te doy visibilidad en la web, pero, a cambio, ayúdame tú marcando tus contenidos de forma que mis máquinas te entiendan y no tenga que gastarme tiempo y dinero en desarrollar algoritmos”.
“”
Para ello, comienzan a identificar diminutos bloques de información de uso habitual y los marcan con XHTML estructurado (microformatos) de modo que los autores de blogs los puedan incorporar en sus contenidos, un class por aquí, un id por allá… sencillito, fácil, rápido. Así, se incorporan etiquetas de relaciones sociales en blogrolls o colecciones de enlaces, etiquetas (tags) que clasifican los posts, direcciones de contacto, eventos… etc.
Y para rematar, Tantek cuenta con Matt Mullenweg, con quien junto a Eric Meyer, amigos todos, definieran etiquetas para identificar las relaciones entre bloggers en sus enlaces más visitados o blogroll (en definitiva, extraer redes sociales a partir de los enlaces entre weblogs). Matt es el responsable de WordPress y se ha encargado de ir incorporando los microformatos a su plataforma de blogs.
Gracias a esto, se cierra el círculo: los usuarios publican con microformatos, Technorati entiende lo publicado y se ahorra pasar el infierno de Google. Así, podrá indexar a menor coste y diseñar nuevos servicios con la colaboración de sus apasionados usuarios.
Más adelante se irían incorporando diseñadores y otros web heroes (Ryan King, Chris Messina, Jeremy Keith, Brian Suda, Molly Hozlschlag…) y que se han encargado de dar glamour y branding a un proyecto inicialmente técnico. (Sinceramente, creo que esta pandilla es lo que ha dado el espaldarazo definitivo al proyecto: elige gente con carisma y que hagan cosas que entren por los ojos y el resto te seguirá).
Comunidad formada por geeks, diseñadores, estándares, CSS, semántica, participación social, open data, web como plataforma, descentralización, confianza, agregación, mashups, facilidad para sumarse a la iniciativa… ponle un logo formado por esquinas redondeadas y fondos degradados en verde… ¡Ya tenemos todos los ingredientes para un proyecto! ¡Ya tenemos una religión!
¿Te han explicado alguna vez qué es un microformato?
Tratar de explicar el concepto de microformato a colegas y conocidos produce reacciones diversas. Personalmente, durante mis primeros contactos con los microformatos he sentido todas ellas, a la vez y por separado:
Estupor: sólo es código semántico aplicado forzadamente ¿dónde está el truco?
Incomprensión: habláis contínuamente de ellos, hay reuniones, se compran camisetas… pero ¿qué narices son los Microformatos? ¡Quiero entenderlo!
Fascinación: Me mola la Web 2.0, las rockstars y quiero participar de la fiesta… quiero una camiseta de microformatos ya.
Admiración: con sólo cambiar mi manera de marcar el HTML de mis páginas web, puedo conseguir que mis datos se puedan usar más allá del navegador y contribuir a la creación de nuevos servicios en combinación con los datos de los demás… ¡que están de acuerdo!
Al lío… ¿qué son los microformatos?
Recogiendo notas dispersas por wikis, blogs, documentos y presentaciones varias, vemos que no hay una definición unívoca. Para meterte en contexto, te recomiendo este artículo de Manu G. Noriega. Al final, los microformatos son muchas cosas:
Una filosofía de publicación de contenidos en la que siempre se ha basado la web. La información se publica para ser compartida ¿no? por lo tanto, publicar debe ser lo más fácil posible e interesa que lo publicado llegue a los más lugares posibles. Esa información debe recogida y tratada para ser combinada por otros servicios en la web. Los microformatos son un “atajo rápido” para la Web Semántica.
Una técnica de construcción del código HTML basada en convenciones reconocidas por una comunidad -microformats.org- que permite, sin hacer desarrollos paralelos, -como el caso del RSS que es un archivo aparte que nosotros nunca leemos-, construir minibloques con significado dentro de una página web de manera que puedan ser reutilizados por otros sitios web o aplicaciones.
Pero si somos críticos, los microformatos también son:
Un apaño experimental para incorporar conceptos semánticos sobre la web actual. Es decir, sin apenas tocar más que unas líneas de código y forzando la especificación de XHTML, construir una “Web Semántica para Torpes” (WSPT).
Un estado mental no exento de euforia y exacerbación de los valores de una “Comunidad a la Que Todos Queremos Pertenecer” que ensalza a sus héroes en Conferencias y Eventos diseñados como conciertos de música.
Una espectacular maniobra de márketing y branding personal de un grupo de amiguetes y de empresas como Technorati para poner a los usuarios a trabajar para ellos, celebrar congresos, reuniones y vender camisetas que curiosamente, tienen mucha aceptación entre la población de geek girls.
Foto flickr: http://www.flickr.com/photos/kitta/143563971
Y por último, una web semántica para torpes. Por cuatro razones: la primera, porque cualquier usuario con conocimientos mínimos de XHTML puede incorporarlos a su sitio web y anunciarlo al mundo; segunda, porque un desarrollador con algo de carisma y de acuerdo con la Comunidad puede proponer su propio microformato; la tercera, porque si fallan, no pasa nada, la información que gestionan no es crítica (de momento) y la cuarta, para darle un título “original” y polémico a este artículo.
Ingredientes de los microformatos: es sólo XHTML
Técnicamente, los microformatos se componen de pequeños fragmentos de código frontend estructurado. El XHTML modular que propone el W3C, en una versión light y usable. Sí, sí, sólo es eso: EquisHacheTéMeEle. No hay mucho más. Este ingrediente por básico es su ventaja pero también su limitación.
Estos fragmentos pueden ser “elementales”, piezas básicas de marcados o “compuestos” que resultan de la combinación de otros. La idea, es que a partir de esta combinación el empleo de archivos de metadatos (XMDP) también en XHTML que puedan darles forma y, con el consenso de la comunidad de microformatos, puedan generarse microformatos más complejos, como si fuera un Lego. El catálogo crece cada día, improvisadamente.
Un ejemplo: el microformato experimental hResume, para la creación de Curricula y que sitios como Linkedin están implementando, se compone, a su vez de etiquetas y otros microformatos (sencillos y compuestos) combinados en una estructura semántica.
Así, la experiencia profesional o la formación puede estructurarse con una etiqueta contenedora “experience” que a su vez contiene un microformato hCard para los datos identificativos de la empresa o institución en la que hemos estudiado y un microformato hCalendar para designar el periodo en el que hemos estado trabajando o estudiando o la etiqueta rel-tag para etiquetar las habilidades personales (skills).
Gráficamente, el Lego, con hResume se visualizaría así:
Los microformatos combinados, pueden aplicarse a varios tipos de contenido: contactos (hCard), eventos (hCalendar), votaciones, (vote-links), críticas (hReview), curricula (hResume), etiquetas (rel-tag), licencias Creative Commons (rel-license), en un blog (hAtom), listados e índices de documentos (XOXO), redes sociales (XFN)… etc. Y todo ello, dentro del propio documento web legible y descargado en nuestro navegador, sin necesidad de crear estructuras de código paralelas.
Los microformatos en acción
Vamos con un ejemplo práctico: Incluyo mi dirección de contacto en mi blog .
Sin microformatos: se utiliza código HTML estándar, y en su caso, para facilitar la portabilidad de la información a otras plataformas, la posibilidad de descargar un archivo .vcf que se instala en la libreta de direcciones del Outlook o iCal de los visitantes del sitio.
<div class="direccion">
<div class="nombre">Luis Villa</div>
<div class="web"><a href="http://www.grancomo.com/">Grancomo.com</a></div>
</div>
Cuestiones que plantea esta situación: Lo que estoy marcando como “direccion”, otros lo hacen como “contacto”, “contact”, etc. El problema de esta técnica, es que la información queda cautiva en mi sitio web (lo cual también me puede interesar). A pesar de las posibilidades semánticas del XHTML, al no haber convención de marcado, para los buscadores sólo es una masa de código informe no identificable.
Y ¿qué sucede si como visitante quieres traer esa dirección a tu libreta de direcciones? Tendrías dos opciones. Una, sería copiarlo y teclearlo manualmente y la segunda, que el como propietario del web hubiera creado un archivo descargable en formato entendible (.vcf) por tu aplicación de libreta de direcciones (Outlook). Esta opción presenta un riesgo: siendo un archivo paralelo y no legible para mí duplicaría el mantenimiento.
Con Microformatos: Estructuro el propio código HTML que contiene la información de contacto siguiendo unas convenciones establecidas por la comunidad de microformatos denominada hCard. Es importante este punto, porque significa que el microformato es legible por los visitantes: lo ves en el navegador, ahí delante, en el propio documento y además, puedes mover esa misma información a tu Libreta de Direcciones.
El microformato hCard, no es otra cosa que una traducción literal del estándar vCal definido por la IETF a XHTML, formato empleado por las aplicaciones de Libreta de Direcciones más comunes. ¿Porqúe inventar otro si vCard funciona y es perfectamente aplicable?
Formato vCard (versión resumida)
BEGIN:VCARD
VERSION:3.0
N:Villa;Luis
FN:Luis Villa
URL:http://www.grancomo.com/
ORG:grancomo.com
END:VCARD
microformato hCard (versión equivalente)
<div class="vcard">
<a class="url fn" href="http://www.grancomo.com/">Luis Villa</a>
<div class="org">grancomo.com</div>
</div>
Tenemos un microformato ¿Y ahora qué hacemos con él? En Technorati, existe un servicio dedicado a la extracción de microformatos hCalendar y hCard de las páginas web. Aquí puedes ver una demostración sobre grancomo y hCard.
Lo que es aplicable para tarjetas de visita, puede serlo también para Eventos como es el caso de alzado.org y su agenda de eventos.
Una herramienta similar es X2V, un extractor de microformatos desarrollado por Brian Suda -es la que Tantek vino utilizando en sus demostraciones iniciales-.
Otros ejemplos de microformatos
Lo mismo, con servicios de búsqueda especializada en microformatos, como es el caso de Technorati Kitchen: si buscamos Fundamentos Web, vemos los resultados en Upcoming.org o en alzado.org.
En otros casos, como hReview, usado por Yahoo Tech para marcar las críticas de productos hechas por sus usuarios, el Kitchen, funciona hoy muy defectuosamente.
Cork’d, el sitio social para amantes del vino desarrollado por Dan Cederholm y Dan Benjamin, incorpora hCard para los usuarios registrados, hReview para las críticas sobre el vino y rel-tag para el etiquetado.
Yahoo, ha desarrollado un buscador sobre contenidos con licencia Creative Commons. Para indexar estos contenidos, identifica aquellos marcados con la etiqueta rel-license.
Otro ejemplo, es la sindicación de contenidos (feeds): Ya no es necesario un desarrollo paralelo, como era el caso de los archivos RSS o Atom, sino que va embebido en el propio documento XHTML. Por ejemplo, el microformato hAtom, persigue que los sistemas de publicación puedan etiquetar directamente sobre el XHTML el equivalente a un archivo Atom, con lo que un mismo archivo puede ser leido por personas -este mismo- y procesado (parseado, en lenguaje Geek) por máquinas y agregadores de contenido.
¿Qué ha cambiado con los Microformatos?
O mejor, qué se intenta cambiar.
- La web del presente es como es, y no es viable tirarla abajo en pos de la semántica. Mejor una evolución a base de pequeños pasos que una costosa revolución.
- Sobre la web existente, basada en XHTML pero sin convenciones semánticas, se han llegado a mini-acuerdos para evolucionar sin tirar abajo lo que hay y a partir de ahí redactar especificaciones breves, comprensibles y de aplicabilidad inmediata que adoptan desarrolladores y publicadores de contenido. Estos fragmentos concretos de cógigo XHTML pasan a ser módulos “semánticos” identificables dentro del propio documento web.
- Dada esa sencillez de creación, cualquier persona con conocimientos mínimos de XHTML puede comenzar por incorporar su tarjeta de visita en su sitio web mediante hCard, un evento con hCalendar y compartirla.
- El adoptar una convención permite que, al enviar una URL a buscadores y otros servicios, se indexen y traten estos datos como direcciones de contacto, eventos o críticas y no como un bloque de contenido sin significado.
- Esto quiere decir, que el usuario es dueño de los datos que quiere compartir, con lo que en caso de cambios, sólo tendría que enviar una señal (ping) al servicio de búsqueda para que reindexe y actualice su información. Nada de registros y formularios para mantener datos. Caen muros y vallas: los datos dejan de ser de los sitios para ser propiedad y responsabilidad de los usuarios.
Hay mucha admiración por los microformatos, unirse a la “moda” es muy fácil: unas etiquetas de XHTML, lo anuncias y ya estás dentro. Puedes comprar una camiseta y sumarte a Wikis para que se hable de tí (como sucedió con los estándares web). Esta es sólo una parte. El verdadero valor de los microformatos está aún por demostrar a gran escala: aún no existen servicios que coreografíen los microformatos de manera fiable y valiosa. Están en camino.
El futuro de los microformatos
Los microformatos, insisto, no dejan de ser un brillante apaño experimental para solucionar de manera creativa pequeños problemas de la web con beneficios inmediatos:
- Para los portales Web 2.0, con Technorati o Yahoo grandes generadores y consumidores masivos de Microformatos. Les interesa, porque convierten a los usuarios en colaboradores directos, proveedores de contenido y materia prima de futuros servicios, clave en la web social.
- Los usuarios, porque de manera sencillísima y a un coste mínimo, se les facilita participar de manera más activa en el crecimiento futuro de la web dándoles visibilidad, un poco de ego y mejores servicios.
El futuro de los microformatos, depende de que se construyan servicios de verdadero valor y del tirón que les quede a los protagonistas convertidos en héroes inspiradores (y de esto, Tantek, sabe). Afortunadamente, Ray Ozzie, genio del hipertexto, inventor del horrible Notes y ahora en Microsoft (no os perdáis su demo del Live Clipboard o el copia/pega de la web) o Bill Gates, con su “we need microformats” han apoyado el uso de los microformatos como una mejora evolutiva de la web actual.
¿Cuál podría ser el golpe definitivo para los microformatos?
Que los grandes sitios web se abrieran. Muchos de ellos son centralizados, se hacen dueños de nuestros datos (historial, críticas, datos personales), nos obligan a pasar por tediosos procesos de registro y actualización, y, realmente, en los tiempos que corren, este tipo de filosofía “cae mal”, (aunque ya se sabe, la historia es cómo un péndulo).
- Que sitios como Amazon se abrieran a la Web Social, compartieran lainformación que generan sus usuarios (con¡mo ya hace Yahoo Tech), y aplicaran hReview a las críticas de sus productos para crear nuevos servicios combinados de revisión.
- Que IMDB, como se ha hecho con Canal TCM España, permitiera que críticas y puntuaciones de sitios se dispersaran por la web para recogerlas por otros servicios. ¿No es lo que interesa?
- Que aparezcan bolsas de empleo 2.0 -como trata de hacer Linkedin-, en las que que el currículum fuera propiedad del candidato y no del sitio web tras un tedioso proceso de registro en el que tenemos que adaptar nuestro historial para cada uno de los sitios en que nos damos de alta. ¡Qué se adapten ellos! ¡Hay un microformato hResume! ¿Mi curriculum debe valer para todos los sitios!
Los microformatos molan mucho, piensan en las personas y tienen todas las posibilidades. Pueden mejorar la web actual y es fascinante como han puesto de acuerdo a los nuevos diseñadores web amantes del código y los estándares, pero seamos rigurosos: no son alternativa a la Web Semántica (con mayúsculas) porque no juegan a lo mismo.
La Web Semántica es más compleja y delicada, sigue una evolución menos festiva, más discreta y prudente. De ella, y lo siento Molly, pero no has estado acertada y has podido confundir peligrosamente a la audiencia, hay muchos ejemplos funcionando en grandes empresas e instituciones. Y sí, positivamente creada en paralelo por ingenieros en grupos de trabajo, con rigor, método y claro que politiqueo! -¿qué grupo humano no lo tiene?-, plasmada en voluminosas especificaciones y en un complejo framework dirigido conscientemente a máquinas que funcionan silenciosamente para todos nosotros en bancos, instituciones financieras, empresas de logística y transporte, laboratorios, centros de investigación, editoriales… Hay mucho en juego, y esta Web Semántica, la de las máquinas, no admite juegos, fallos, ni camisetas de colores.
En breve comenzarán los bises. Esperemos que cuando el concierto acabe -a mi me está encantando- y la euforia 2.0 termine, no haya muchos destrozos que reparar. Estoy seguro que no.
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